Orquesta de RTVE con Günther Herbig, Teatro Monumental de Madrid / El “Libro para orquesta” de Lutoslawski es la segunda guerra mundial (literalmente); violines que se alejan (gente que corre), aviones soltando bombas (percusión)… terror. Talento degenerado, en palabras de Maliszewski. Hubo a quien indignó, pero a mí se me saltaban las lágrimas.
Aún sobrecogidos vimos a la preciosa, elegante, adorable violinista Akiko Suwanai interpretar el Concierto n. 2 de Szymanowski con su Stradivarius 1714 “Delfín”. Sonido de vibrante metal bruñido y caricia de terciopelo… Se le rompió una cuerda al violín y se lo tuvieron que cambiar momentáneamente por otro y la diferencia era abismal. ¿Era el mismo instrumento? ¿Merece tener el mismo nombre? La ganadora del premio a la mejor interpretación de Tchaikovsky 1990 ha pasado de tener una técnica perfecta a dotar de sentimiento con su vibrato a los compositores más pétreos.
Después, la Sinfonía n. 8 en Sol Mayor “Inglesa”, de Dvorak. Alegría contagiosa, que no es poco, con una delicia de segundo movimiento con ritmo ternario en romántico vals, pero el conjunto es un tanto pomposo y monótono.
Todo esto merece artículos… Qué digo! Reportajes… Voy a hacer un pequeña página/ blog un poco más técnica que estos comentarios para amigos.
De nuevo, gracias al violinista Michael Pearson… ¿cómo puedo tener tanta suerte?